Discriminar es juzgar al otro; separar injustamente, ya que todos somos iguales. El color de piel, el idioma, el sexo, la situación social, no hace al ser humano, somos blancos, negros, altos, bajos, gordos, flacos, heterosexuales, homosexuales o como hayamos elegido ser y, todos y cada uno de nosotros tiene el total derecho de ser respetado.
No somos perfectos y siempre tenemos que aprender, de eso se trata vivir también, pero si creemos que alguien está limitado o es menos que uno por su género, raza u origen, entonces, los limitados somos nosotros.
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